Dignidad y una conducción comprometida

 Secretario general 

Hugo Antonio Moyano
DIGNIDAD Y UNA CONDUCCIÓN COMPROMETIDA
 
No todos los días se construye una Institución con la jerarquía, los logros y las conquistas ganadas con luchas, presencia masiva en las calles y una conducción firme e inequívoca, como la que ha logrado la Federación Nacional de Trabajadores Camioneros (FEDCAM) por medio de la figura de Hugo Antonio Moyano.
 
Su monumental obra salta a la luz y ha sido, y es, una cuestión de análisis por parte de propios y extraños.
 
Estas dos décadas de permanencia al frente de la FEDCAM, nacen de su cercanía con la problemática del día a día de los trabajadores y su indiscutido liderazgo. ¿Cómo se traduce esto? En la confianza ejercida directamente por el voto de miles de afiliados a lo largo y ancho de la Argentina, que demuestra un vínculo natural de representación y reciprocidad, difícil de compararse.
 
Las mejoras en las condiciones en el ámbito laborales, los constantes progresos en los salarios, el nivel y la calidad de las prestaciones médicas en cada uno de los modernos centros asistenciales con los que cuenta la Organización, y la increíble Infraestructura puesta al servicio de los trabajadores, son algunas de las razones en las que se sustenta el «Fenómeno Camioneros», llevado adelante desde el arribo de Moyano.
 
A la hora del abordaje de esta indestructible relación que une a Moyano y a sus representados -a la que muchos envidian-, debe tenerse presente el amplio abanico de derechos y beneficios reconocidos a los trabajadores, desde el ingreso a la Federación, de este dirigente nacido en la ciudad de La Plata, un 9 de enero de 1944.
Desde el primer día, y habiendo vivido peripecias y malos tratos como trabajador, Moyano se propuso concretar diversas mejoras, las cuales no eran tenidas en cuenta con otras gestiones, y gran parte de ellas, resultaban impensadas para ponerlas en práctica.
 
El valor fundamental y distintivo, y el que resaltan los laburantes en cada acto transformado en una demostración de agradecimiento hacia su conductor, es el de haberles devuelto la dignidad.
Esto no se ajusta ni tiene rinde monetario, sino que va más allá de muchas cosas, y responde a la esencia del Movimiento en el que los trabajadores alcanzaron su apogeo, al mando del General Juan Domingo Perón y de quien «el Hugo» es su mejor intérprete: por conducta, convicciones
y coherencia.
Hay palabras y pensamientos que no se oxidan y el tiempo es una mera anécdota. Para entender de qué hablamos, cuando hablamos de dignidad, nada mejor que ir a las fuentes: «No conocen al pueblo argentino; no conocen a los pueblos. La lección que este maravilloso pueblo de la patria ha de darles a propios y extraños, ha de perdurar en la memoria de los pueblos que se sientan dignos. Cuando un pueblo está dispuesto a morir por su dignidad, es un pueblo invencible. Y,
compañeros, lo que está en juego en este momento es la dignidad de la misma patria. Así como en épocas todavía recordadas le hicimos morder el polvo de la derrota a Braden, así haremos morder el polvo de la derrota a todos los Bradenes que vayan saliendo». Este mensaje brindado un 1 de mayo de 1953 por el General Perón, encuentra eco a diario, en los dirigentes que lucen orgullosos sus chalecos verdes y forma parte del compromiso de su conductor: Hugo Antonio Moyano. Él ha
sabido internalizar esta máxima y desde siempre la ha tenido como prioritaria.
 
Él no ha cambiado ni se ha dejado «marear» por estar en la cúspide de la dirigencia nacional. Su horizonte es claro, y puede apreciarse en sus discursos, tanto en los del presente como en los del pasado. Así lo reflejan sus conceptos publicados en una revista en el año 1993, cuyo título rezaba «Por el buen camino». Ahí decía: «el protagonismo activo y decidido del conjunto de los compañeros no vaciló en dejar legítimos intereses personales en el camino, y permitió que sean hoy las obras concretas y palpables las que hablen por nosotros, sin necesidad de recurrir a la demagogia o a la promesa fácil, para que la confianza se mantenga intacta… Tenemos un desafío casi excluyente, el cual es la dignificación de los choferes de camiones. Esa es la prioridad irrenunciable y habrán de saber nuestros compañeros, que quienes circunstancialmente asumimos la responsabilidad de representar sus legítimos intereses, no estamos dispuestos a improvisar en la materia».
Los compromisos asumidos al inicio de su Gestión siguen siendo los mismos del presente, y este desafío encuentra a los trabajadores en un lugar de preeminencia. Lo siente y lo pone en práctica Hugo Moyano y Camioneros en toda la República Argentina. ¿Alguien puede dudarlo a esta altura?
 
Sabe bien de qué se trata Moyano, dirigente bisagra del sindicalismo argentino. «El negro» para los amigos, quien ha trascendido los límites de su propia organización, ganando adeptos y adhesiones en otros ámbitos. ¿Por qué? Porque se le reconoce su conducta y su pelea infatigable por los trabajadores; y esto, redunda en reconocimientos, como el que le escribió la delegada de los trabajadores de prensa del diario La Nación, Irene Haimovichi: «es morocho y sabe que cada día los blanquitos le miden la sangre, le toman examen, ponen a prueba su ´civilidad’, le calculan el debe y el haber. Pero él se la banca, aprieta la mandíbula y se guarda la furia para otra batalla»
 
Mandatos:
Diciembre de 1992 - Diciembre de 1996
Diciembre de 1996 - Diciembre de 2000
Diciembre de 2000 - Diciembre de 2004
Diciembre de 2004 - Diciembre de 2008
Diciembre de 2008 - Diciembre de 2012
Diciembre de 2012 - Diciembre de 2016
Diciembre de 2016 - Diciembre de 2020